Fuerte

Ella es fuerte...

¿Quién? Enya.

Mi gata, mi dulce gatita, Enya... es fuerte, puede con lo que sea, porque es fuerte.

Lleva desde el sábado que no quiere ni oler la comida, de hecho lo único que ha logrado tragarse lo ha vomitado casi de inmediato, y así hasta hoy; he intentado darle agua con el cuentagotas, igual que cuando era pequeña... lo ha vomitado al instante, practicamente. Ya comenzaba a mosquearme que lo único que haya hecho estos días haya sido echarse a dormir en la balda inferior de la mesa de mi ordenador, acomodándose entre mis pies y usando uno de ellos como almohada. Eso sólo lo hace si está especialmente mimosa... o si está mala.

Acabo de volver del veterinario, donde la he tenido que dejar; el nuevo insecticida anti-hormigas, las cuales ya nos tienen hasta las gónadas y no hacen sino metérsenos en todas partes y entre todas esas partes se encuentra también el comedero de mi gatita; este insecticida tiene un olor tan potente y repulsivo que si a mi me repele, no me extraña lo más mínimo el efecto que le ha causado a mi gata. Aclaremos que el comedero de mi gata nunca ha sido rociado con el insecticida; no somos gilipipas... pero sí que ha habido que echarlo por bastantes zonas del patio y algunos maceteros. Tarde o temprano, el animalito ha tenido que pisarlo como mínimo, y teniendo un olfato tan agudo no me cabe la menor duda de que anda que no lo habrá respirado la pobre, e ahí que se enfermara.

Tenía la musoca bucal de un amarillo enfermizo. El diagnóstico del veterinario fue un claro Fallo Hepático; se ha quedado allí para ser alimentada y medicada por suero y para una analítica para asegurarse de que la intoxicación no haya llegado a otro órgano.

...
Enya es muy fuerte...
Es MI gata, mi fuerte gata.

La he criado desde que sólo contaba con 3 semanas de vida, seguí al pie de la letra las instrucciones y recomendadiones de la guía de cría de gatitos, incluso aprendí a ronronear para que me confundiera más con su madre, le di leche a las tantas de la madrugada cuando me maullaba sin parar para que me bajara de la cama, me tuvo semanas sin dormir por maullidos incesantes, primero para que jugara de noche con ella y luego porque no se acostumbraba a dormir sin mi en el patio. Aprendió, y pasó a dormir sóla y a veces dormía con Odie. Iba a clase sin parar de preguntarme si habría comido bastante, si no me echaría de menos, si no me seguiría algún día; llegaba a casa y se venía conmigo. Me persigue y se esconde debajo de mi o se refugia en mi hombro si está asustada o se siente enferma.

He criado con mucho cariño y dedicación a esa gatita, y la quiero muchísimo, y sé que saldrá de esta y seguirá adelante.

Es mi gata y eso significa que es tan cabezota como yo; esto no podrá con ella, es fuerte... la gatita más fuerte y bonita del mundo.