No me voy a ir por las ramas: Odie está malito
Mi pobre perrito... tan bueno él -a veces-, tan cariñoso -siempre- y tan cabraloca -siempresiempreysiempre-; yo que estaba tan contenta porque le llevamos a cortarse el pelo y nos cachondeabamos de que lo habían dejado más pelado que una rana...
Lleva tiempo raro, no se sostiene del todo bien sobre las patas posteriores, resbala mucho cuando tiene que subir escaleras o intenta echarse a correr; los años pasan factura y pese a que está a poco de cumplir los 15, parece que él piense que tiene 5 perpétuos y salta y corre sanamente, pero a este paso se hace más daño de lo que pueda parecer. Acabamos de llevarlo al veterinario, a ver qué tiene, porque esta mañana ha hecho de todo en el patio: vomitó, se hizo pis... y dejó heces con sangrado, lo cual nos ha terminado de alarmar. El médico nos acaba de decir que tiene lombrices otra vez, dada su manía de chuperretearse todo el suelo de la calle, sangre en el intestino y un testículo inflamado; el cual tenía bien hace solo dos o tres días. El pobre animalito se ha quedado allí en observación para que le hagan más análisis, y parecía tan bien como siempre, tan contento y excitado por todo y todos, y cariñoso como él solo...
Odie es muy importante para mi familia, es el primer perro que nos ha durado; y no penséis mal, no es que los anteriores no los supieramos cuidar o se pusieran repentinamente enfermos, para nada: el primer, al que también llamamos Odie, me siguió a mi a casa -literalmente- cuando tenía unos nueve o diez años, se asustó con los petardos del día de Canarias y se me pegó a las piernas cuando yo me iba para mi casa ya. Tras una semana con nosotros, en la calle nos encontramos a su verdadero dueño, que lo estaba buscando porque preciamente se le perdió el día de canarias, asustado como estaba con aquellos petardazos, resultó llamarse Jasper. Mala suerte, no era el perro para nosotros.
El segundo es curioso, porque yo no tengo recuerdo de él, salvo porque sé que tuvimos otro perro, que le regalaron a mi padre y también llamamos 'Odie' -realmente queríamos llamar así a nuestro primer perro familiar-; por lo que me cuenta mi padre, no duró tres días en la casa porque literalmente este sí que era una cabra loca; no paraba de dar botes ni de ladrar y todo el tiempo lo único que quería era jugar, por lo visto era capaz de saltar por encima de la barra que tenía en medio la puerta de cristal del mini-patio que teníamos cuando vivíamos en los duplex. Como era tan nervioso, acabó con los nervios de toda la casa al parecer, y se lo tuvimos que devolver al señor que se lo regaló a mi padre; mala suerte otra vez, tampoco era este.
Nuestro tercer perro, llegó sin más. Nacido en Septiembre del año 1995. Yo volvía del colegio, con diez años, tras un mes de ponerme las primeras gafas -cuando mis padres comprobaron que yo no era capaz de ver bien las matrículas del coche de delante cuando ibamos camino al colegio-. Estaba en una cestita, bajo las escaleras de la casa, durmiendo; pequeñito y más blanco que amarillo, gracioso y juguetón; es el único recuerdo que tengo de Odie cuando era cachorro, porque no le pudimos sacar fotos por aquel entonces -para cuando se las sacamos ya tenía el tamaño que ahora y el pelaje del lomo se le volvió más marroncito y amarillo-, era el perro que estábamos esperando... lo había dado a luz hacía un mes una caniche amarilla de nombre Chicha, cuyo dueño vivía en el mismo duplex que nosotros; era una perrita megaloca que corría por el pasillo del edificio galopando como un caballo y se te paraba delante y de un brinco te llegaba a lamerte la cara; era impresionante. Odie es el único de la camada que se parecía a ella, no solo por el tono del pelaje sino por su aspecto: todos los cachorros eran de color negro como el padre; al que nunca vimos dicho sea de paso, uno tenía el pelo muy rizado, otro era más larguito de patas y la única hembra tenía cabeza de fox terrier. Odie, sin embargo, no solo tenía el pelaje del mismo color que su madre, también tenía la actitud juguetona y alegre, la misma cara y el mismo tipo de cuerpo, con la excepción de que a ella le habían cortado el rabito porque le salió deforme, mientras que a él le había salido bien y se lo pudieron dejar.
Lleva con nosotros el mismo tiempo que yo con las gafas, quince años; que se dice pronto, y pensar que está llegando al final de su vida se me hace muy triste y no dejo de pensar "¡¿Ya?! tan pronto?!", aún sabiendo cuanto tiempo en total ha sido, me cuesta creerlo. Hemos pasado por mucho en su compañía, nos ha dado mil anécdotas con las que reírnos o enfadarnos de nuevo con él -esto último siempre de broma-, nos ha dado momentos llenos de ternura y cariño; y a mi hermano y a mi nos enseñó a tener más responsabilidad y cuidado. Pensábamos hace cinco años que ya estaba mal porque parecía tener artrosis, y llegó la gata y se recuperó por querer jugar con ella. Es un perro lleno de amor, con el que siempre te terminas riendo por las cosas que hace para llamar tu atención; a veces te saca un poco de quicio porque no obedece mucho cuando lo sacas a pasear o mete el hocico en la comida de la gata -y hasta en la tuya, que las veces que me ha robado un bocata o hasta se ha subido a una silla para comerse algo de la mesa, son incontables ya-; es pesado a menudo y cuando ladra es que el dolor de cabeza que te da es inaguantable. Pese a todo, con todos su defectos, no deja de ser el perro más bueno y perfecto que hemos tenido a nuestro lado todos estos años.
Sigue dándonos la lata hasta el final, por favor, Odie. Sabes que te queremos.
8 comentarios:
Vaya >_< Si es que a las mascotas se las acaba queriendo casi como a uno más de la familia. Espero que se mejore y que os esté dando guerra durante unos cuantos años más. Un abrazo.
Qué me vas a decir de perros... el mío me duró 16 años y lo tuve desde los 6 hasta los 22. Para mí era como un hermano: me despreciaba, me odiaba, me ignoraba... pero a pesar de todo lo quería con toda mi alma. Hace 4 años que murió y aún lo llamo cuando llego a casa. :'(
Espero que Odie se ponga bien y aún le queden algunos años más para corretear y ser feliz. Y si por desgracia no puede ser, piensa que ha tenido una buena vida y que mejor no se lo ha podido pasar. :)
Aaish, ojala se mejore de este 'tropiezo' que os ha tenido y os pueda dar guerra aun por una buena temporada ¡Mejórate Odie! :)
Yo nunca he tenido perros... en la familia el único ha sido el viejo perro de mis abuelos (antes de que empezasen a adoptar gatos) que murió por causas naturales al tener yo solo unos 3 años se llamaba Mastín, aunque NO era un mastín... de él solo recuerdo que era canijo, blanco y amarillo y muy paciente soportando a un crio de 3 años que no dejaba de acariciarlo y perseguirlo.
El otro perro de la familia fue Lor, de uno de mis tios paternos. Un pastor alemán anormalmente grande pero muy muy manso. Como terminó el pobre no pienso contarlo aqui (ni el momento, ni el lugar, ni fue algo demasiado agradable :´( )
gracias a todos por vuestro apoyo; Odie evoluciona favorablemente y se encuentra mucho mejor, salvo porque ahora camina más despacio y mea demasiado, pero está bien; a pastillas durante diez días y revisión pasado ese tiempo.
Y al final... la que se ha muerto ha sido la cotorrita :(
Buuuf, Espero que Odie se reponga pronto. Y siento lo de la cotorra. Perros en casa solo hemos tenido una, baby (el nombre fue cosa de mi hermana). Una perruca pequeñita, ratonera. Cuado llegó a casa, podia meterse dentro de una de mis zapatillas.
Odiaba a los gatos. Pero claro, cuando uno te intenta robar la comida y casi te saca un ojo...
Murio ciega, y no de vieja, se puso muy enferma. Y si hay algo que nunca jamas se me olvidará es que se me murió delante.
o cuando me babeó la cámara de fotos.
Odie, amiguete, ponte bien, ni se te ocurra irte ya al Cielo de los Perros, ¿eh? ¡Que tu dueña que tanto te quiere espera que aun le hagasmás trastadas de las tuyas (sin pasarte, ¿eh?) durante unos cuantos años más! ^_-
(al final sí se ha tenido que ir alguien... siento mucho lo de la cotorra, D.E.P. *minuto de silencio*)
Que bueno que esté mejorando Odie.
A mí me pasa como a Kraken17, que nunca he tenido perros, y los únicos de la familia eran de mis abuelos maternos, que ellos sí han tenido siempre. Todos eran perros grandes para cuidar la casa de campo y la granja de conejos. Tengo buen recuerdo de todos ellos.
Ánimo, y que pronto veamos otro post sobre Odie haciendo de las suyas :P
probablemente; porque ahora se nos mea por el patio T_T y lo peor es que creo que lo hace aposta, aprovechando el pretexto de que está malo... que este perro tiene el soberano 'defect' de que es puñeteramente listo
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