Porque siempre te adoraré

A ti, mi delicada pieza de arte sonoro, a la que siempre he adorado por su dulce sonido, a la que siempre he admirado por la maestría que se requiere para hacerte sonar, te dedico este post.

Siempre te admiré a través de los cristales de los escaparates, mientras soñaba despierta en llegar a tenerte entre mis brazos y aprender a sacar notas de tus cuerdas. Llegaste a mi cuando perdí la esperanza de conseguir uno como tu, una auténtica sorpresa! Recuerdo perfectamente como temblaban mis manos de emoción al reconocer tu estuche, como vibraban mis nervios al abrirlo y descubrirte; y como embriagó mi corazón el abrazarte por primera vez. Tanta era mi adoración que no soportaba que tu estuche se diera el más mínimo golpe.

Pasamos unos años juntos; al principio tenías que conformarte con mi mediocridad y sin embargo sonabas tan bien... mis notas no eran una maravilla, pero aprendí muy rápido a afinarte; eso siempre fue una alegría para ti, y yo estaba tan contenta de poder darte al menos una afinación adecuada... Tardé casi un año en lograr que, en mis manos, sonases bien; me mandaron trabajar duro para hacerme más digna de ti y entrar en las clases avanzadas. Recuerdas? nos costó tanto... se te partió una cuerda incluso de tanto que toqué y tuve que reemplazartela. El esfuerzo valió la pena, ya que pasamos al siguiente nivel y todo empezó a cambiar.

No es que fuera exagerada tocando, aunque se exigía un nivel mínimo que yo siempre sobrepasaba en entrenamiento, pues ansiaba llegar a ser tan buena contigo como lo eran otros grandes artistas. Empezaron los problemas, pues una de tus clavijas estaba siempre floja y se soltaba cada dos por tres, y por miedo a romper otra cuerda tuya, no la quería apretar más. Y tampoco hizo falta... se la cargó el profesor al intentarlo él... Se rompió otra cuerda más, y cuando pensábamos que la racha terminó, se rompió tu mentonera y tardamos más de una semana en poder reemplazar el cierre. Te acuerdas, que día tan gracioso? el profesor intentaba recolocar tu puente y se volvió a soltar la clavija, rompiéndose de nuevo la cuerda al apretarla. Menos mal que tenía repuestos... tres cuartos de hora de clase perdidos de una manera algo absurda, pero que sin embargo me hizo reír sin parar. Cuando parecía que ahora sí que empezábamos a lograr un nivel más alto, tus problemas quizá terminaron, pero empezaron los mios...

Mi espalda me dolía siempre un poco, al principio casi imperceptible y no le di importancia, pero poco a poco empezó a dolerme cada vez más, hasta el punto que fue imposible para mi permanecer más de cinco minutos seguidos tocando contigo. La postura para tocarte siempre fue muy exigente, pues según los profesores de la escuela de música, eras el más exigente y complicado de todos los instrumentos; y me esforcé tanto por adaptarla que, aunque logré tener una postura inmejorable, mi espalda sufría enormemente con ella... y no pude seguir.

Cuatro años desperdiciados por un pequeño problema de anatomía...

Cerrar tu estuche al salir de la escuela, fue terriblemente doloroso para mí. Tener que llevarte a casa de vuelta, sabiendo que no podría volver a tocarte; no me pude creer lo que llegué a llorar al pedirte perdón, porque a mi parecer, merecías a alguien que pudiera tocarte a la perfección. Te adoraba demasiado, y aún lo hago.

Ojalá hubiera podido seguir tocando contigo... te condené a permanecer en silencio, sin quererlo. Se rompió mi ilusión de llenar juntos la casa de música, de deleitar a mi familia y seres queridos a tu lado... lo menos que podía hacer era darte un homenaje aquí, no?

Sé que no es mucho, pero seguirás siendo uno de mis mayores tesoros para siempre; te guardaré con el mismo cariño y devoción que tenía entonces y que he mantenido por tantos años desde que dejé la escuela de música. Y quién sabe; tal vez alguien te herede y sea capaz de llegar contigo donde yo no pude.

Por tanto tiempo juntos, y por soportarme

Por todos los sentimientos que me ayudaste a expresar a través de la pasión que me transmitías

Por todos los desahogos que me concediste

Por tantas horas de esfuerzo

Mi Querido Violín, 'Beyond'

Y dedicado a ti, la primera canción que aprendí a tocar yo sola.



Te adoro, Beyond ^^