Y sigue sin gustarme tanto

No me acordaba que NO ME GUSTAN los mercadillos

Veamos: he ido muchas veces, más de las que puedo recordar o contar con los dedos de las manos, los de los pies, la nariz, los codos, las rodillas... no te digo que no haya acabado la mayoría de las veces encontrando algo bueno, ya sea una camisa o dos, una faldita, unos pantalones o algún objeto decorativo; o incluso algo bonito que regalar, ya digo...

Pero vamos, no me acordaba que en el fondo, no me gusta ir... mesplico:

Hoy he ido al mercadillo -evidentemente, sino pa qué posteo todo el rollo este-, a uno que ni sabía que había pasado el mercadillo de Maspalomas, que solo abre miércoles y sábados; está junto a un 'Choping center', que como su nombre indica es el centro en el que venden chopas de todos los tamaños colores y gustos...


*PAUSA PORQUE SE HA COLADO EL GATO DEL VECINO, LO DIGO EN SERIO*

¿Os acordáis de cuando os hablé de él? Chispy, el gato-pantera negro que tuve que cuidar por dos semanas; ha sido ver por el rabillo del ojo algo negro moviéndose en la puerta del cuarto y al girar la cabeza ver al gato mirándome y olisqueando en mi dirección. El colega se toma unas confianzas que hasta dan asco, oyes; por lo menos es manso y cariñoso y no cuesta nada convencerlo para que salga de vuelta a su casa. A la vecina le ha dado un ataque de risa al verme correr por la calle tras el gato con las manos en posición de 'Sitúe aquí el cuello a estrangular; gracias por su colaboración'

*FIN DE LA PAUSA*


Decía que nunca había ido a ese mercadillo, al aire libre, mu potito; casi ná de sombrillas en unos puestos repartidos por todo un paseo lleno de plantas alucinante que me ha hecho arrepentirme de no llevar la cámara.

Lamentablemente, la solajera (que en canario significa 'Sol Constante e Intenso' como bien dice Manolo Vieira) me dejó el cerebro cociéndose dentro de su propio recipiente, y el viento que corría sólo se notaba cuando te refugiabas bajo la sombra de un Flamboyán. Eso no es lo peor. Lo peor tampoco es tener que sortear a la gente, peña tanto autóctona como guiri se te cruza, empuja, tiene peleas de 'yo lo vi primero' con la de al lado, que es una nórdica que así a ojo mide metro noventa que te preguntas qué hace que no se apunta al equipo de baloncesto o en todo caso, por qué no desintegra a su rival pisoteándola cuala cucarasha -ya no puede caminaaaar- .

Eso, quien está acostumbrada a acompañar a su madre durante las rebajas o las compras de navidad, pos es soportable, hasta para mi, que en esas situaciones mi cupo de paciencia se desborda cinco o más veces seguidas y las ganas de salir de allí cargando como si fuera una partida de rubgy gritando, en vez de 'Esparta', APARTAAAA, pues son cada vez mayores, pero las controlas, qué remedio.

Para mi, la muerte a escobazos con pellizcones mientras la tele emite una en la que sale el DiCaprio es LA DE PEÑA FUMANDO!!! da igual ande te pongas porque el viento te lleva a ti el humo!! y para alguien como yo, que soy alérgica al humo del cigarrillo, es una tortura espantosa. Ganas de quitarles el cigarrillo y metérselo por el ojo, ó apagárselo en alguna parte más dolorosa -léase hablando mal y pronto, en los co*ones-, ni faltan ni faltarán. Como no trago bastante humo ya en los descansos de clase, que fuma tol mundo... @.@ cagon tó. Yo que llevaba hoy el pelo suelto para que el pobre se airease un poco, por la de tiempo que hace que lo llevo recogidísimo y al final volví que en vez de a lavanda-romero-salvia me olía a colillas.

En resúmen:

Que volví a casa con el coco ardiendo, medio asfixiá, con los pies doloridos, el pelo apestando a cigarrillo... y una bolsa con un par de cositas...

Dentro de lo malo, saca lo que puedas.

A la próxima voy, según mi lista, con una gorra, una sombrilla, un ventilador manual -ó abanico-, un escudo antidisturbios y un mini extintor de bolsillo. Y por si todo falla, siempre me queda descargar mala leche devolviendo patadas cada vez que me den otro empujón ;P

Bezinez.